Gareth Morgan y Peter Elwood
El tratamiento con aspirina debería ser un complemento al tratamiento médico de los pacientes que han sufrido un episodio vascular, pero el papel de la profilaxis con aspirina en la prevención primaria de los episodios vasculares no está tan claro. Sin embargo, este equilibrio entre beneficios y riesgos puede verse influido por la evidencia de que la aspirina reduce el riesgo de cáncer de intestino. Un uso más amplio de la aspirina podría hacer que se busque más asesoramiento sobre su uso por parte de los farmacéuticos comunitarios y los médicos de cabecera. Sin embargo, el 10% de los que toman aspirina experimentan síntomas que afectan negativamente a su calidad de vida diaria. Estos síntomas, como la acidez de estómago, pueden disuadir a más personas de tomar aspirina que el riesgo de sangrado.