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抽象的な

Cómo afrontar la incertidumbre en la medicina general: una habilidad esencial para el médico general

Marianne Samuelson, Margaret O?Riordan, Glyn Elwyn, Andre? Dahinden, Zekeriya Aktu? ¿Rk, José? Miguel Bueno Ortiz, Nezih Dag˘ deviren, Adrian Micallef, Mikko Murtonen, Per Struk, Danny Tayar, Janecke Thesen

Muchos pacientes que acuden a la consulta de medicina general no tienen un diagnóstico obvio al momento de la presentación. Las habilidades para manejar la incertidumbre son particularmente importantes en la práctica general, ya que los problemas no diferenciados y desorganizados son un desafío común para los médicos generales. Este artículo describe la gestión de la incertidumbre como una habilidad esencial que debería incluirse en los programas educativos tanto para médicos en formación como para médicos establecidos. Los filósofos, psicólogos y sociólogos utilizan diferentes enfoques para la conceptualización de la gestión de la incertidumbre. La literatura sobre el manejo de la incertidumbre se centra principalmente en la identificación de evidencia relevante y la toma de decisiones. Los modelos existentes de la consulta deben mejorarse para comprender las consultas que implican incertidumbre. Se sugiere un enfoque alternativo centrado en la toma de decisiones compartida y la comprensión de la consulta desde la perspectiva del paciente. Una buena relación médico-paciente es vital, generando confianza y respeto mutuo, desarrollados con el tiempo con buenas habilidades de comunicación. Se debe utilizar la medicina basada en la evidencia, incluido el debate de probabilidades cuando sea posible. Los capacitadores deben ser conscientes de su propio uso de la heurística, ya que actúan como modelos a seguir para los médicos en formación. Los formadores deben alentar la expresión de sentimientos por parte de los médicos en formación y reconocerla como una herramienta útil para afrontar la incertidumbre. Las habilidades para afrontar la incertidumbre deben considerarse herramientas de mejora de la calidad e incluirse en los programas educativos en los que participen tanto médicos en formación como médicos de cabecera ya establecidos.