Charlotte Tulinius, Anni Brit Sternhagen Nielsen, Lars J. Hansen, Rikke Dalsted, Christian Hermann, Lioudmila Vlasova
Antecedentes Para obtener un trabajo clínico de buena calidad basado en la evidencia, es necesario que exista una cultura de evaluación crítica y puentes fuertes entre los mundos clínico y académico en la práctica general. Objetivo El objetivo era educar a los médicos generales en formación para que adquirieran habilidades de evaluación crítica y, a través del desarrollo e implementación del programa obligatorio, empoderar gradualmente a la comunidad de médicos generales para que lograra capacidad académica mediante la creación de un vínculo entre los investigadores de médicos generales y la comunidad de formación de médicos generales. Esto se hizo desarrollando un cuerpo docente, brindando habilidades de enseñanza a los académicos de médicos generales y habilidades de investigación a los médicos generales clínicos; y creando conciencia de los beneficios potenciales de la evaluación crítica en la capacitación de los consultorios de médicos generales. Métodos Desarrollo e implementación de un cuerpo docente y un programa a través de un proyecto inspirado en la investigación-acción participativa, con evaluación de procesos desde el comienzo de la fase de planificación. Resultados De 2006 a 2009, creamos un cuerpo docente de 25 profesores entre médicos generales clínicos y académicos de médicos generales; desarrollamos el programa de capacitación; y lo impartimos a 95 médicos generales en formación. Algunos de los médicos en formación mostraron posteriormente interés en proyectos de investigación más sustanciales, y los formadores de médicos de cabecera que no habían tenido ninguna relación previa con el entorno de la investigación empezaron a mostrar interés a través de su función como formadores de médicos de cabecera. Sin embargo, los académicos de médicos de cabecera de la facultad sintieron que era difícil continuar con el compromiso debido a la creciente demanda de producción de conocimiento publicado en el ámbito académico. ConclusiónEs posible apoyar el desarrollo de la capacidad académica general en la práctica general utilizando un diseño participativo en colaboración con académicos y médicos de cabecera, construyendo puentes entre el ámbito académico y el trabajo clínico, así como dentro del ámbito académico entre la publicación de investigaciones y la enseñanza. Sin embargo, existe una barrera genérica en la regulación del ámbito académico en sí.