Ruth Kalda, Ulle Pechter, Kadri Suija, Tanel Kordemets, Heidi-Ingrid Maaroos
AntecedentesLos niveles bajos de actividad física son comunes en los países desarrollados. Por lo tanto, el asesoramiento regular sobre ejercicio en la práctica familiar es potencialmente importante. ObjetivosEvaluar la actividad física de pacientes consecutivos en entornos de práctica familiar y averiguar si los pacientes buscan consejo de sus médicos de familia (MF) sobre actividad física. MétodosEl grupo de estudio estaba formado por pacientes consecutivos de 18 a 75 años de cinco prácticas familiares en Estonia. Cada paciente completó un cuestionario para evaluar la actividad física y el asesoramiento sobre ejercicio. El nivel de actividad física del paciente en unidades metabólicas por semana (MET, min/semana) se calculó sobre la base del Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ). También se incluyeron preguntas sobre asesoramiento sobre actividad física y estilo de vida. ResultadosEl número total de pacientes fue de 239. Según el IPAQ, el 47% de los pacientes mostraron actividad física alta (MET _ 3001), el 41% moderada (MET = 601-3000) y el 12% baja (MET leq 600) durante los siete días anteriores. Se observó una mayor actividad física en los pacientes que vivían en áreas rurales en lugar de urbanas (P = 0,025) y en pacientes que no sufrían una enfermedad crónica (P = 0,044). El 23% de los participantes informaron haber buscado el consejo de su DF sobre la actividad física y el 34% informaron que habían recibido asesoramiento para la actividad física. Conclusiones Los niveles de actividad física en pacientes consecutivos de medicina de familia fueron altos en Estonia: el 88% de los pacientes informaron un nivel moderado o alto de actividad física. En opinión de los pacientes, los DF asesoran principalmente a pacientes ancianos y obesos y a aquellos con enfermedades crónicas. Por el contrario, la frecuencia general de asesoramiento para la actividad física fue baja.