Pauline Boeckxstaens, Pim De Graaf
En este artículo se analiza cómo abordar las necesidades del creciente número de pacientes mayores en la práctica de la atención primaria. La atención primaria no es una estructura organizativa fija, sino una combinación de características funcionales que se ha desarrollado de forma variable en los países europeos con diferentes respuestas a las necesidades emergentes de las personas mayores. La multimorbilidad, la fragilidad, la discapacidad y la dependencia se manifiestan de forma diferente en las personas mayores; un desafío clave para la atención primaria es proporcionar una respuesta que se adapte a las necesidades de las personas, tal como las ven y no como las define el profesional. De hecho, la experiencia creciente muestra cómo involucrar a las personas mayores en la toma de decisiones. Contrariamente a la opinión popular, las personas mayores a menudo califican su calidad de vida como alta. De hecho, la atención primaria integral ofrece promoción y prevención de la salud: también las personas mayores pueden beneficiarse de medidas que respalden su salud e independencia y algunas descripciones de casos muestran este potencial. Aunque la mayoría de las personas prefieren estar en su propio entorno (hogar, comunidad) durante la última etapa de la vida, brindar atención al final de la vida en la comunidad es un desafío para la atención primaria porque requiere continuidad y coordinación con la atención especializada. Sin embargo, existen modelos de atención exitosos. La prestación de una atención integrada y sin fisuras a las personas mayores es un tema central en la atención primaria. En la atención primaria, la gestión de casos es el enfoque preferido, más que la gestión de enfermedades. Se ha demostrado que la evaluación geriátrica proactiva de las necesidades médicas, funcionales y sociales individuales, incluida la soledad y el aislamiento, es útil y su lugar en la atención primaria es objeto de más investigaciones. Se necesitan urgentemente directrices de práctica clínica para la multimorbilidad. La falta de adherencia a la medicación, vinculada a prescripciones múltiples y descoordinadas, es un problema generalizado y costoso. Se están desarrollando enfoques exitosos en la atención primaria, incluido el uso de expedientes electrónicos de pacientes. Con el médico generalista (MG) como proveedor central de atención, la atención primaria es cada vez más un trabajo en equipo, y el papel de las enfermeras y otras (nuevas) profesiones en la atención primaria está en constante evolución. La composición y coordinación de los equipos son dos componentes de una de las principales complejidades que hay que abordar: cómo proporcionar una atención individualizada con estandarización a nivel de organización. La (falta de) coordinación con la atención especializada sigue siendo un problema generalizado y necesita la atención de los responsables de las políticas y los profesionales por igual. La armonización con los servicios sociales y de atención domiciliaria sigue siendo un reto en todos los países, sobre todo debido a los diferentes acuerdos de financiación entre los servicios. Se resumen otras prioridades de investigación y desarrollo.